Las cinco claves de la reducción de parlamentarios que permitiría ahorrar más de $ 5.000 millones anuales
Se propone la reducción de la Cámara de Diputados, de 155 a 120 escaños, y el Senado, de hoy con 43 miembros a 40 senadores.
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Desde la próxima semana el Congreso deberá comenzar a analizar la indicación anunciada por el gobierno al proyecto que se encuentra en la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados que reduce el número de parlamentarios.
Los aspectos centrales son que se disminuye el número de diputados y senadores, en base a un procedimiento objetivo, transparente y proporcional, para llegar de 155 actuales a 120 diputados, y de 43 actuales a 40 senadores. Se mantienen los actuales distritos de diputados y circunscripciones electorales, y el mismo sistema electoral actual (sistema D'Hondt o de la "cifra repartidora").
-Se aseguran rangos mínimos y máximos, para así asegurar representatividad a los territorios más despoblados, y al mismo tiempo, evitar una concentración de parlamentarios demasiado alta en aquellos territorios muy poblados:
-Ningún distrito de diputados tendrá menos de 2 ni más de 8 diputados (hoy es mínimo 3 y máximo 8); ninguna circunscripción senatorial tendrá menos de 2 ni más de 5 senadores (tal como en la actualidad).
A diferencia de lo que pasa en la actualidad, la ley no establecerá cuántos diputados y senadores le corresponderá a cada distrito o circunscripción, sino que se señala que será el Consejo Directivo del Servel el encargado de determinar los escaños que le corresponden a cada territorio, en base a los criterios ya mencionados. Dicha determinación se realizará en abril de 2020, en base a la información del Censo 2017, y tendrá aplicación para la elección parlamentaria de 2021.
Posterior a dicha primera asignación de escaños, se mantiene la norma actual establecida en 2015, que señala que el Servel deberá reasignar los diputados por distrito, una vez cada diez años, a contar de las elecciones de 2025, en base al último Censo Nacional. Además, se agrega una norma similar, hoy inexistente, para el Senado.
Esta lógica de actualización periódica fue creada a partir de la reforma electoral del gobierno de Michelle Bachelet, en 2015, en el marco de la ley que sustituyó el antiguo sistema binominal por uno proporcional (Ley Nº 20.840).
-Se hace hincapié en que es necesario realizar la actualización en 2024, para la elección de 2025, con los datos del nuevo censo (a realizarse en 2022), para evitar una distancia muy grande entre la redistribución de escaños y la información censal disponible a la fecha: si los diez años se cuentan desde el año 2020, la siguiente redistribución se debería realizar en 2030, y tendría efecto en la elección de 2033, pero con los datos de 2022.
-Ganar en eficiencia y evitar un aumento significativo del costo para el Estado. Considerando los 47 parlamentarios extra que tendría la reforma electoral de 2015 en régimen (pasando de 120 a 155 diputados y de 38 a 50 senadores), y sólo considerando las dietas actuales, habría un costo extra para el país de $5.273.315.964 anuales (pesos de 2019). Gracias a esta iniciativa, el país se ahorarrá eso y más, considerando otros gastos asociados a más parlamentarios, como asignaciones, personal de apoyo, etc.
-Se hace cargo de las críticas por parlamentarios electos con muy baja votación. Al disminuir el número de parlamentarios en total, disminuye el número de parlamentarios en muchos distritos, y con ello, se hace más difícil la elección de representantes con exigua votación. En la actualidad, hay 31 diputados y 3 senadores electos con menos del 5% de los votos.